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Los premios Nébula 2015: mejor novela


Los premios Nébula constituyen en Estados Unidos uno de los mejores premios de la literatura de ciencia ficción y fantasía en la actualidad. Un equivalente cinematográfico sería el de los premios Oscar, especialmente porque la institución que otorga este premio es la SFWA, en sus siglas en inglés, es decir, la asociación de escritores de ciencia ficción y fantasía. Hay distintas categorías pero sin lugar  a dudas la más importante de ellas es el premio a mejor novela. Para seleccionar a todos los ganadores se requiere del voto de todos los miembros de la SFWA. Estas votaciones se realizarán todo el mes de marzo. Así que tendremos los resultados para abril de este año.


            Los nominados para este año son los siguientes: The Goblin Emperor (2014) de Katherine Addison; Trial by Fire (2014) de Charles E. Gannon; Ancillary Sword (2014) de Ann Leckie; The Three-Body Problem (2007) de Cixin Liu; Coming Home (2014) de Jack McDevitt; y Annihilation (2014) de Jeff VanderMeer. Todos son libros publicados el año pasado aunque existe la salvedad del libro de Cixin Liu, el cual originalmente fue publicado en China en el 2007 pero recién ha sido publicado en inglés el 2014, por lo que ha sido seleccionado para estos premios.

            En cuanto a las trayectorias de los autores podemos apreciar que todos ellos tienen un importante recorrido en el mundo literario. Incluso la más “novata” del grupo, quien sería Ann Leckie, el año pasado recibió los premios Hugo y Nébula por su primera novela Ancillary Justice (2013), quien da inicio a la saga que continúa con la nominada de este año Ancillary Sword (2014). Al contrario de ella y pese a tener una mayor cantidad de novelas escritas, Katherine Addison (Sarah Monette en la vida real) no ha conseguido hasta el momento ningún premio o nominación importante. El más veterano y de mayor edad es Jack McDevitt, quien ya ha ganado el premio Nébula a mejor novela en una ocasión con su libro Seeker (2005) y además tiene en su marca personal quince nominaciones a los premios Nébula en distintas categorías. Por su parte, Cixin Liu es reconocido actualmente como el mejor escritor de ciencia ficción en China, por lo que sorprende que recién se le traduzca al inglés y se difunda su obra. Charles E. Gannon, en cambio, parece ser el escritor menos conocido de este grupo aunque ha ya publicado al menos tres novelas más y fue nominado el año pasado al premio Nébula en la misma categoría. Mientras que Jeff VanderMeer tiene cierta notoriedad puesto que también ha sido nominado antes en esta categoría en los premios Nébula, así como también ha ganado tres premios de los World Fantasy Awards.


            La temática predominante este año entre las novelas nominadas es la ciencia ficción, lo cual sorprende un poco puesto que en los últimos años se viene hablando de una crisis de la misma en consonancia con un renacer de la fantasía. Las dos novelas de fantasía serían entonces Annihilation (2014) de Jeff VanderMeer y The Goblin Emperor (2014) de Katherine Addison. La primera de estas novelas trata sobre una expedición compuesta por un topógrafo, un psicólogo, un antropólogo y un biólogo que se adentran en un territorio que por décadas ha sido abandonado por los humanos, no se sabe mucho de este territorio salvo que las once expediciones que los precedieron tuvieron finales funestos. ¿Podrán descubrir sus secretos? El segundo libro trata sobre el hijo de un emperador duende que ha vivido casi toda su vida en el exilio y que es llamado nuevamente a la corte cuando su padre y sus tres hermanos mueren por “accidente” y tiene, por lo tanto, que asumir el trono. Entonces nos enfrentamos a una historia de intrigas palaciegas que tienen como centro a este joven rey que hace todo lo posible por sobrevivir en un lugar en donde no puede confiar en nadie más.


            De los cuatro libros de ciencia ficción, dos de ellos son continuaciones de primeros libros exitosos de una saga. Ambos fueron nominados a los premios Nébula donde salió vencedor el libro de Ann Leckie. Ahora la competencia se vuelve a repetir. En el caso de Trial by Fire (2014) de Charles E. Gannon se continúa con la historia de Caine Riordan quien tras su primer encuentro con razas alienígenas ahora tiene que enfrentarse a una invasión de nuestro sistema solar. Se trata de una obra con mucha acción militar. Mientras que Ancillary Sword (2014) de Ann Leckie, nos presenta una historia en donde al parecer la inteligencia artificial ha dominado el universo y el personaje principal que es también una máquina y antes solía ser una nave de guerra, ahora es un soldado que emprende una misión para proteger a la familia de una joven teniente a la que asesinó a sangre fría. Con la novela Coming Home (2014) de Jack McDevitt nos encontramos con el sexto libro de la saga de Alex Benedict, de la que conozco muy poco. Finalmente, The Three-Body Problem (2007) de Cixin Liu, nos presenta a una China del pasado, durante su revolución cultural, que logra sorprendentemente establecer contacto con una raza extraterrestre que tiene la intención de conquistar el planeta.



            No estoy seguro de quién podría ser el ganador de esta categoría pero mis candidatos más seguros serían los dos libros de fantasía: Annihilation (2014) de Jeff VanderMeer y The Goblin Emperor (2014) de Katherine Addison. De buenas a primeras, sin haber leído estas novelas, parecen tener historias un poco más complejas e interesantes. La novela de Cixin Liu va también en ese sentido pero al ser una novela que no ha sido publicada originalmente en inglés, me genera dudas el grado de aceptación que pueda tener. En todo caso, en abril resolveremos esta incógnita.
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Una tragedia griega espacial: La voz de los muertos




1.       Introducción.-


            Hace más de un año me había propuesto leer la continuación de la saga de Ender, que empieza con la novela El juego de Ender (1985), para reseñarla también en este blog. Entre las clases que dicto y los nuevos libros que me iba comprando, no encontraba el tiempo necesario para leer La voz de los muertos (Speaker for the Dead, 1986) hasta ahora. La sensación final que me ha dejado el libro es bastante buena a pesar de que tiene un ritmo de narración diferente a su primera novela.
            Con esta obra el autor logra su consagración absoluta. Hay que recordar que con La voz de los muertos (1986) Orson Scott Card obtuvo simultáneamente los premios Hugo, Nebula y Locus, lo cual es muy difícil de lograr ya que se tratan de los premios más renombrados del medio.


2.      El autor.-


            Orson Scott Card (1951) sin duda alguna es un autor muy polémico. Especialmente porque se ha convertido casi en un activista contra los derechos de los homosexuales. Ha llegado incluso a afirmar que la boda entre homosexuales marca el fin de la democracia, lo cual es indudablemente un absurdo. Llama la atención que un escritor de ciencia ficción presente posturas tan conservadoras. Esto ha generado que determinados grupos de activistas a favor de los derechos de los homosexuales le tengan un cariño tremendo, por lo que últimamente buscan boicotear cada una de sus actividades profesionales.
            En cuanto a su labor como escritor, se puede resaltar una prolífica y premiada trayectoria que comienza a los veintiocho años de edad cuando ganó su primer premio Nébula por su novelette Mikal's Songbird. En total ha ganado 9 premios Nébula, dos de ellos en la categoría cuento, otros tres en la categoría novelette y cuatro premios en la categoría novela por sus libros El juego de Ender (1985), La voz de los muertos (1986), Red Prophet (1988) y Prentince Alvin (1989). También ha ganado un premio del World Fantasy Awards en 1987 por su novela corta Hatrack River. Así como ha conseguido 7 premios Locus en distintas categorías, un premio en la categoría cuento, otro más en la categoría novelette, 4 premios en la categoría Mejor Novela de Fantasía con los libros Seventh Son (1987), Red Prophet (1988), Prentince Alvin (1989) y Alvin Journeyman (1995), y finalmente un premio en la categoría Mejor Novela de Ciencia Ficción con  La voz de los muertos (1986). Aunque como queda en evidencia por la fecha de sus galardones, pareciera que su mejor momento como escritor ya ha pasado.


3.      La trama.-


            La historia transcurre pasados tres mil años de los acontecimientos de la primera novela de la saga, cuando Andrew Wiggin ha abandonado su antiguo nombre de Ender y la fama que de alguna manera lo acompañaba. No hay que olvidar que con el transcurso del tiempo, el otrora salvador de la humanidad se había convertido en el genocida que aniquiló a toda la raza alienígena de los insectores. Lo interesante de este cambio en la perspectiva histórica de la humanidad sobre Ender, es que es el propio Ender el que genera esta nueva percepción sobre sí mismo al escribir el libro “La reina colmena” en donde busca difundir los conocimientos recientemente adquiridos sobre los insectores. De esta forma es que también se termina convirtiendo en el primer Portavoz de los Muertos, aquel que difunde los crímenes de Ender y se encarga de pronunciar siempre la verdad. Entonces para el resto del universo, Ender y el primer Portavoz de los Muertos son dos personas totalmente diferentes.
            Ender logra sobrevivir pasados los tres mil años gracias a que se encuentra constantemente viajando en compañía de su hermana, quien mantiene su propia identidad oculta como Demóstenes. Los viajes espaciales le impiden envejecer a ambos, puesto que interviene el efecto de dilatación temporal que evita que, mientras estés viajando en una nave espacial, te afecte el tiempo transcurrido. Eso explica que hayan pasado tres mil años y biológicamente Ender solo tenga una edad equiparable a los treinta y cinco años. El motivo encubierto de tantos viajes es encontrar un mundo habitable para los insectores, quienes pese a todo pronóstico han logrado sobrevivir en un capullo que Ender lleva consigo a todas partes.
            El meollo central de la trama se centra en el descubrimiento de una nueva raza alienígena y en la posibilidad de interactuar con ellos con parámetros totalmente controlados que eviten a toda costa un desastre parecido a lo ocurrido con los insectores. Esta nueva especie de ser vivo inteligente son denominados como cerdis y conforman una civilización tecnológicamente atrasada. Prácticamente son una sociedad de cazadores y recolectores. Para estudiarlos y controlarlos fundan una colonia en ese planeta y crean una nueva rama científica, las de los xenólogos, que son una especie de antropólogos especializados en el estudio de los cerdis.
            Sin embargo, el planeta Lusitania no es un medioambiente privilegiado, al contrario, es sumamente hostil para la raza humana. La pequeña colonia de brasileños que se establece ahí tendrá que trabajar arduamente para sobrevivir. Ellos además tienen el encargo de cuidar a los cerdis, por lo que su otra preocupación es limitar todo contacto con la nueva especie alienígena, para no influenciar en ellos de ninguna manera. Por eso los únicos autorizados para entablar comunicación con los cerdis son los xenólogos. En este caso, es Pipo y su descendencia.
            Pipo es el único xenólogo destinado en el planeta para el estudio de los cerdis. Ha tomado como aprendiz a su hijo Libo, quien ha venido mostrando ciertas dotes para el trabajo académico. Con el transcurso del tiempo también tomará bajo su protección a la pequeña Novinha, una huérfana de la colonia quien quiere seguir el camino de sus padres y convertirse en xenobióloga, que es el nombre que se le da a los biólogos de ese lugar. Novinha y Libo poco a poco se irán enamorando y ese idilio de amor se interrumpirá tras la trágica muerte de Pipo.
            La muerte de Pipo es el primer gran misterio de esta novela. No se entiende cómo esta especie, que se muestra relativamente pacífica con los humanos, lo termina desollando vivo. Al parecer Pipo ha descubierto algo de los cerdis y esto le ha terminado significando la muerte. Novinha lo cree así y hará todo lo posible por evitar que su amado Libo le siga los pasos. En todo ese ínterin, Novinha pedirá la presencia de un Portavoz de los Muertos y esa solicitud será recibida por Ender que se encontraba en un planeta relativamente cercano, a tan solo veinte años de viaje.
            La llegada de Ender al planeta, veinte años después, y los misterios que se seguirán desarrollando tras la muerte de Pipo, darán vida a esta historia.


4.      Opinión (alerta de posibles spoilers).-


            En primer lugar, hay que destacar que el ritmo de narración es completamente diferente a El juego de Ender (1985). En su primera novela nos encontramos frente a una space opera con muchas dosis de acción, mientras que en este libro nos encontramos con una historia mucho más pausada, con dosis de suspenso y misterio. Esto puede sorprender a un lector desprevenido si lo que está buscando es una continuación fiel a la primera novela de la saga. En realidad esto fue lo que me pasó a mí en un primer momento y por eso dejé de leer la novela por un buen tiempo. Así que no se dejen engañar y denle una oportunidad a este libro. Lo merece.
            En segundo lugar, la trama urdida para esta novela bien representa una tragedia griega clásica, en donde el héroe batalla contra su propio destino ineludible. En este caso tenemos a un héroe casi inmortal, ha logrado sobrevivir más de tres mil años y mantenerse con un cuerpo de treinta y cinco, con poderes sobrenaturales, esto gracias al descubrimiento de Jane quien es una inteligencia artificial que controla toda la tecnología humana del universo, y con un destino del que no puede escapar: la salvación de la humanidad. En ese sentido, el personaje de Ender representa a una especie de mesías que se embarca en una cruzada que permitirá la salvación moral de la humanidad. Esto solo es posible si se logra preservar a la nueva especie alienígena descubierta y se logra revivir a la que fue casi aniquilada. Ese es el destino del que Ender no puede escapar. Para ello, en el camino tendrá que reinventar su propia humanidad, de la misma que se había despojado estableciendo nuevamente lazos emocionales con las personas que se encuentran a su alrededor y alejándose de lo único que lo vinculaba a su pasado: su hermana.
            Así como Ender, Novinha es el otro personaje central de la novela, cuyos rasgos son aún más dramáticos. No solo queda huérfana siendo muy niña al desatarse una tremenda plaga en el planeta, sino que luego pierde a la única persona que pudo comprenderla, Pipo, y que se había convertido en una segunda figura paterna para ella. Lo peor es que la muerte de Pipo le alerta del peligro que corre su hijo, Libo, quien es a la vez el amor de su vida. Esto le hace tomar decisiones drásticas para evitar que Libo pueda encontrar aquel terrible secreto que pareciera que Pipo ha descubierto de los cerdis antes de morir.  Por eso nunca se casan y mantienen una relación prohibida como amantes por largos años hasta que finalmente Libo termina siendo asesinado también por los cerdis. No pudo escapar tampoco de su destino. Para empeorar esta situación, su hijo Miro, quien desconoce que su verdadero padre es Libo, se enamora de Ounda, hija de Libo y a la vez su hermana. El incesto entre hermanos, real o figurado, pareciera ser una temática frecuente en Orson Scott.
            Se configura entonces una historia en donde los dos personajes centrales o se entregan casi ciegamente a su destino predispuesto o intentan en vano en luchar contra él. Lo fundamental es entender qué hagan lo que hagan su destino es inevitable, se encuentra ya trazado como el destino de casi todos estos héroes griegos clásicos.
            En tercer lugar, el trasfondo de la trama presenta incongruencias. Para empezar no tiene ningún sentido que se creen nuevas disciplinas científicas para estudiar la biología del planeta (los xenobiólogos) o para estudiar a esa nueva especie de los cerdis (los xenólogos) si es que prácticamente no van a existir recursos y personal para llevar a cabo estas investigaciones. Durante toda la historia solo se observa a un xenólogo, primero fue Pipo y luego Libo, quien finalmente es muerto y termina siendo reemplazado por su aprendiz quien paradójicamente es también hijo suyo. Lo más curioso es que sus aprendices no reciben ningún tipo de educación formal y asumen los cargos en sus respectivas adolescencias. El caso de los xenobiólogos es peor aún. Los primeros xenobiólogos de la colonia, que son los padres de Novinha, mueren durante la plaga y no son reemplazados hasta que Novinha crece y logra reemplazarlos en el cargo ella sola. Es decir, toda una colonia se queda sin sus investigadores principales por varios años y nadie hace absolutamente nada para remediar el asunto. Para ser el único planeta del universo conocido que contiene a la única especie de vida extraterrestre inteligente conocida esto suena muy anómalo. Lusitania es casi un planeta abandonado, al que no se le presta mayor atención.
            Esta falta de recursos y abandono general es muy notorio. Lo único que impide a los cerdis de entrar a la colonia de humanos es una especie de alambrado eléctrico. Sumado a que los protocolos para estudiar a los cerdis son bastante inusuales. No se toma ninguna muestra biológica de ellos para empezar. Aunque el autor parece consciente de esto, ya que hace que en un momento de la novela Novinha cuestione en ese sentido a Pipo. Sin embargo, prácticamente pasan decenas de años y se sabe muy poco sobre esta nueva especie. No tiene mayor sentido eso. La única razón posible tiene relación directa con la trama, como una manera de darle mayor realce a la figura de Ender, quien termina efectivamente desvelando todos los secretos de los cerdis.
            Lo peor es que la descripción biológica de todo ese planeta no tiene ningún asidero lógico posible, tal como lo plantea Sergio Mars en su reseña del libro:

“Me veo obligado a mencionar que el aspecto biológico de la novela no tiene ni pies ni cabeza. Lo sé, al 95% de los lectores le importará un pimiento, pues no es sino una excusa para la trama, pero la investigación ecológica/genética supone una parte tan crucial de la vida de Novinha, Pipo y Libo que tampoco puedo descartarla por completo y… bueno, soy biólogo, el ciclo vital cerdi y la descolada requieren de mí una excesiva suspensión de la incredulidad.” (Mars 2010)

            Finalmente, en cuarto lugar, parte del éxito de la novela radica en la reflexión que hace el autor sobre la capacidad que tenemos los humanos para relacionarnos con grupos culturales distintos. En el caso de la novela esto es llevado a un extremo puesto que           se trata de dos especies distintas, pero la idea se mantiene. ¿Cuánto hay que ceder en pos de una mutua comprensión? ¿Cuáles deben ser los límites de esas interrelaciones? ¿Cómo es posible aprender del otro sin resultar invasivo u opresor? Lo curioso de este tipo de interrogantes que el libro puede generar es que todo ese esfuerzo dialéctico desplegado por Libo y sus sucesores parece borrarse de plano con la llegada de Ender y su actitud absolutamente impositiva frente a los cerdis. Al final de la obra, los cerdis quedan completamente avasallados por todo lo que representa Ender. Al igual que en el libro previo, la reflexión parece ser solo accesoria, sin mayor profundidad, que se usa para gustar a la crítica y al lector promedio del género literario pero nada más.
             A pesar de todo, recomiendo la lectura de esta novela, especialmente por la narración que tiene, cargada de misterios y personajes entrañables. Uno se puede identificar con ellos fácilmente y esto hace que nos involucremos en su historia. ¿Continuamos con la saga entonces? Algunos entendidos no recomiendan leer los demás libros, pero recién cuando lea el tercero, sabrán cuál es mi opinión al respecto.
  

Otros artículos recomendados:

  •    El emperador de todas las cosas, crítica sobre cómo se terminan construyendo la mayor parte de tramas en la ciencia ficción. Parte de este análisis se centra en el personaje de Ender.


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Una intriga lingüística: Embassytown (La ciudad embajada)


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  •    Introducción.-


            Embassytown (2011) de China Miéville es la primera novela elegida para comenzar las reseñas de este año 2015. Se trata, sin lugar a dudas, de una de las mejores novelas de ciencia ficción publicadas en los últimos cinco años. Esto se puede comprobar rápidamente al ver los premios y nominaciones que ha venido cosechando. De hecho, ganó el premio Locus 2012 y el premio español Ignotus 2014 como mejor novela extranjera. También fue nominada como mejor novela para los premios Hugo y Nebula del 2012. Esto puede marcar un hito interesante para la ciencia ficción anglosajona que desde hace algún tiempo atrás se encuentra en crisis.
            Fue justamente el galardón otorgado por Ignotus lo que hizo que me animara a leerla. Ya la había visto varias veces en la librería Crisol pero no me terminaba convenciendo, en gran medida porque otra novela suya, “La estación de la calle Perdido”, aun aguarda en mis anaqueles para ser leída. Incluso, cuando intenté leer esa anterior novela de Miéville, lo que me desanimó fue su prosa demasiado recargada. Temía que algo parecido me sucediera con “Embassytown” o “La ciudad embajada”, en su versión en español.




  • El autor.-


            Hay que reconocer que China Miéville ha ganado mucho renombre en los últimos años. Se le califica como el máximo representante de la corriente literaria new weird, de la que debo reconocer no conozco mucho, aunque pareciera ser que se distingue por trasgredir las fronteras del terror, la ciencia ficción y la fantasía.
            Desde su primera novela publicada en 1998, ha venido cosechando diversos éxitos. Entre sus premios más destacados, ha ganado 4 veces el premio Locus, dos veces como mejor novela de fantasía con las novelas “The Scar” (2003) y “Iron Council” (2005), una vez como mejor novela juvenil con “Un Lun Dun” (2008), y una vez como mejor novela de ciencia ficción con “Embassytown” (2011). Asimismo, ha ganado el premio Hugo por “The City & The City” (2009) y ha recibido 3 nominaciones por “La estación de la calle Perdido” (2000), “The Scar” (2002) y “Iron Council” (2004). También ha ganado una vez el premio World Fantasy por “The City & The City” (2009) y ha obtenido otras cuatro nominaciones con “Iron Council” (2004), "Reports of Certain Events in London" (2004), “The Scar” (2002) y “La estación de la calle Perdido” (2000). Finalmente, ha obtenido tres nominaciones al premio Nebula, que todavía le resulta esquivo, por las novelas “La estación de la calle Perdido” (2000), “The City & The City” (2009) y “Embassytown” (2011).
            Con lo cual se puede afirmar con total contundencia que cada novela que publica genera un fuerte impacto dentro de la crítica de los géneros de ciencia ficción y fantasía. En gran medida esto se debe, según sus detractores, a sus complejas tramas y a la formación académica de su autor. No hay que olvidar que Miéville es antropólogo social de profesión y un activista político miembro del Partido Socialista de los Trabajadores del Reino Unido. Habría que analizar si estos conocimientos y experiencias políticas se ven aplicados en la conformación de sus historias. Por lo pronto, se sabe que Miéville siempre se ha mostrado disconforme con la fantasía tolkeniana, a la que considera muy conservadora.
            


  • La trama.-


            En cuanto a la trama de “Embassytown” (2011), la historia se centra en un solo personaje y en un solo lugar: Avice Benner Cho y La ciudad embajada. La ciudad embajada es una urbe diseñada por los terres -así se les llama a los seres humanos en la novela- que han conquistado el planeta Arieke y lo han incluido dentro de las colonias del imperio Bremen. No solo se trata de una ciudad cosmopolita habitada por distintas especies, sino también del centro político del planeta administrado por un grupo de terres que mantienen cierta autonomía con respecto del imperio al que pertenecen. Parte de su poder político radica en la capacidad de negociación que tienen con la población local del planeta, los ariekei, que son conocidos comúnmente como los Anfitriones, quienes no solo aceptan el yugo extraplanetario de manera casi inconsciente sino que también se encargan de comercializar con ellos importantes artículos tecnológicos que combinan robots con especies de seres vivos. Al punto, que la propia ciudad está construida con ese tipo de tecnología, por lo que resulta normal que las paredes de una casa tengan vida propia o que las armas puedan morir de inanición.
            Los ariekei son una especie de alienígenas bastante únicos en el universo, no solo por su apariencia bastante disímil a los seres humanos, una mezcla de un crustáceo con un insecto, sino también por la forma como se organizan y se comunican entre sí. El idioma de los ariekei es único, al punto que casi resulta imposible comunicarse con ellos, en gran medida porque para hablarlo se necesitan dos bocas que emitan sonidos a la vez y que utilicen una conciencia única. Para comunicarse con ellos, los terres tuvieron que criar varias parejas de clones que tuvieran una conexión mental avanzada que les permitiera imitar una conciencia única, para de tal manera poder comunicarse con los Anfitriones. Estas parejas de clones asumieron una identidad única y dual, a la vez, y conformaron el gobierno de La ciudad embajada con el cargo de Embajadores. Cada par de clones conformaba a un solo embajador sorprendentemente.
            De esa manera, estos embajadores eran los únicos capaces de negociar con los Anfitriones para obtener sus recursos tecnológicos y la comida necesaria para la subsistencia de la ciudad. Esto limitaba la capacidad del imperio Bremen para imponerse en el planeta, especialmente porque los intentos por comunicarse directamente con los ariekei habían fallado. Las máquinas, por ejemplo, que eran capaces de reproducir el idioma de los Anfitriones, no podían generar ningún tipo de diálogo puesto que ellos no las reconocían como interlocutores válidos al carecer de una conciencia. Se trata entonces de un idioma bastante peculiar y rudimentario, especialmente también porque los Anfitriones no podían mentir. Estaban lingüísticamente impedidos para ello ya que su lenguaje no había evolucionado lo suficiente como para desarrollar significaciones más complejas.
            Dentro de ese contexto aparece la figura de Avice, una mujer oriunda de La ciudad embajada y que desde niña, sin proponérselo, termina siendo vinculada a la sociedad de los ariekei, quienes la someten a una especie de ritual en donde su persona adquiere la connotación de símil lingüístico, por lo que sería conocida como “la niña a la que hicieron daño y comió lo que le dieron”. El uso de personas como símiles lingüísticos es un acontecimiento bastante raro para La ciudad embajada, especialmente porque los Anfitriones que viven dentro de la ciudad, no suelen tener contacto directo con otras especies, con excepción de los Embajadores. El uso de estos símiles parece estar restringido para un pequeño grupo de estos ariekei, que al parecer quieren traspasar los límites impuestos por su idioma.
            Avice se convierte con el paso de los años en una inmersora, es decir, una viajera espacial. En el universo creado por Miéville existen dos maneras para viajar a través de él, una de ellas y la más común es a través del inmer, una especie de corriente interespacial en la cual hay que sumergirse para viajar entre los distintos mundos. De tal forma, Avice se la pasa recorriendo el universo hasta que conoce a su tercer esposo, Scile, con quien decide volver a su ciudad natal dado el interés académico que siente Scile por el idioma de los Anfitriones, que considera único en el universo.
            Con el regreso de Avice y Scile a La ciudad embajada la trama comienza a desarrollarse a plenitud. Aunque esto es un tanto relativo por la forma como está siendo narrada la historia. Miéville está utilizando constantemente flashbacks para retroceder en el tiempo y explicar algunos de los temas pendientes dentro de la historia, que se va completando como si fuera un rompecabezas. Esto puede generar que la lectura se torne un poco lenta, como fue mi caso, pero no deja que sea carente de interés. Sin estos retrocesos en el tiempo no se podría comprender lo que viene después.
            Y lo que viene después es una intriga política de enormes proporciones que gira alrededor del idioma de los Anfitriones. La lingüística en ese sentido se convierte en un arma política, con la capacidad de determinar el desenlace de la contienda que comienza a desarrollarse entre los Embajadores, los representantes de Bremen y los ariekei. Especialmente porque un nuevo Embajador ha aparecido enviado por el imperio Bremen, un Embajador totalmente distinto a los demás puesto que no está conformado por clones sino por dos personas diferentes, que gozan por lo tanto de total autonomía. Esto acarreará problemas inconmensurables cuando su forma de hablar termine convirtiéndose en una droga para los ariekei, quienes prontamente se tornan en peligrosos e impredecibles adictos, que atentan contra la supervivencia de todas las especies que habitan en La ciudad embajada. Avice tendrá entonces que lidiar con una situación en la que prácticamente se ha dejado arrastrar.



  • Opinión (alerta de posibles spoilers).-


            Embassytown (2011), hay que decirlo primero, es una novela que no se digiere fácilmente. Su lectura es algo lenta, en gran medida por el juego de tiempos que hace el autor hasta la mitad del libro, donde va saltando constantemente del pasado al presente y viceversa. Aunque la narración mejora mucho cuando acaban estos flashbacks.
            En segundo lugar, el personaje principal de Avice Benner Cho es un personaje para el olvido. Carece de mayor simpatía y nunca llega a conectar del todo con el lector. De hecho, es un personaje que no asume las riendas de su destino hasta muy avanzada la novela, cuando recién comienza cobrar un real protagonismo. Lo llamativo de esto es que se trata de una propuesta deliberada de Miéville, quien va construyendo su historia pieza por pieza. Sinceramente, no estoy seguro que me termine de convencer este planteamiento narrativo.
            En tercer lugar, se encuentran poco desarrollados los personajes secundarios. Varios de ellos pasan desapercibidos y son meramente accesorios para la trama principal. De hecho, esto provoca que se convierta en una novela de un solo personaje, quitándole mayor interacción en ese sentido. Incluso, paradójicamente, a pesar de que la trama se ubica en una ciudad cosmopolita, en donde residen diversas especies alienígenas, la historia solo se centra en los ariekei y los humanos. Esto a mi parecer le resta mucho a la novela, puesto que pudo mostrar una mayor riqueza en la descripción de otras razas y culturas.
            En cuarto lugar, hay que reconocer que lo mejor de la novela es el esfuerzo del autor de dotar a su historia de un universo absolutamente novedoso, donde incluso la forma de viajar en el espacio se realiza de una manera absolutamente diferente de lo que usualmente se lee. Esto va de la mano con la trama que va construyendo en torno a una especie alienígena muy diferente a las descripciones a las que estamos acostumbrados, tanto en lo fisionómico como en cuanto a su organización social. Dentro de esa perspectiva, Miéville le da mucho peso al lenguaje que es planteado no solo como una herramienta de comunicación social sino también como una expresión del avance cultural de esa misma sociedad. En ese sentido, el lenguaje de los ariekei no es lo que les impide mentir sino mas bien es su grado de organización social lo que impide que los Anfitriones puedan desarrollar un tipo de lenguaje más complejo, en donde las palabras tengan mayores significados que los objetos que describen.
            En quinto lugar, habría que enfatizar en que el principal problema con la novela radica en la falta de explicación de muchos aspectos de este universo recreado por el autor. De hecho, nunca se explica adecuadamente la posición del imperio Bremen en este universo, menos la forma como el planeta de los ariekei termina siendo controlado por ellos, ni siquiera la manera cómo se organizan políticamente La ciudad embajada y la sociedad de los ariekei. Se sobreentiende que los Embajadores forman una especie de oligarquía pero no se sabe cómo es que se forma esta élite en el poder, ni cuántos la conforman. Por momentos pareciera ser infinita la cantidad de Embajadores, es decir, que estuviera más relacionada a la capacidad de “producción” de los mismos que a determinada cantidad previamente establecida con fines organizacionales.
            Lo peor es que tampoco se explica cómo es que el nuevo Embajador creado por el imperio Bremen genera ese efecto narcótico entre los ariekei. Se sabe que el hecho de que no tengan una conciencia única pero a la vez puedan hablar el idioma es lo que provoca esta reacción, pero más allá de esta afirmación no se sabe más, y obviamente es insuficiente para explicar el fenómeno. Queda menos claro cómo es que se terminan curando. Lo único que se señala es que cuando algunos ariekei empiezan a elaborar metáforas, es decir, a crear un lenguaje más complejo, inmediatamente dejan de estar bajo el efecto de esta especie de droga. Igual que antes, esta afirmación necesita una mayor explicación, que tampoco se encuentra dentro de la historia. Lo más evidente y curioso de este planteamiento lingüístico con respecto a los ariekei es que siendo una sociedad con un alto desarrollo tecnológico, al punto de combinar tejidos vivos con tecnología robótica, no hayan podido desarrollar antes un lenguaje mucho más complejo.
            Finalmente, en sexto lugar y a pesar de todo, no se trata de una mala novela. Al contrario, estoy de acuerdo con Sergio Mars en que se trata de una propuesta innovadora y ambiciosa en el campo de la ciencia ficción. Aunque, evidentemente, queden muchos vacíos dentro de la historia por rellenar. De hecho, se puede evidenciar que hay un claro intento de recrear una trama que vaya más allá de la temática aventurera, describiendo con ello sociedades alienígenas con cierto grado de complejidad. Aún falta más en ese camino, pero el derrotero queda trazado y eso es algo que espero más de Miéville en el futuro. Por lo pronto, es una lectura necesaria si se quiere conocer a uno de los mejores autores de ciencia ficción del momento.


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